RITIDECTOMIA

Con el transcurso del tiempo, la piel experimenta diversas alteraciones, y en ocasiones, incluso personas que no presentan una edad avanzada pueden desarrollar signos visibles de envejecimiento, tales como arrugas o flacidez en áreas como el cuello y los párpados.

La búsqueda de una apariencia juvenil es común, y si usted se encuentra enfrentando estas preocupaciones, una opción altamente recomendable es la ritidectomía.

La ritidectomía, también conocida como lifting o estiramiento facial, es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo principal es reducir los signos visibles del envejecimiento. Aunque este procedimiento no detiene el proceso natural de envejecimiento, sí contribuye a atenuar sus manifestaciones, logrando así un aspecto estético más atractivo.

Es importante destacar que la ritidectomía puede llevarse a cabo de manera aislada o en combinación con otros procedimientos quirúrgicos, como el lifting de cejas o la liposucción facial.  Esta flexibilidad permite personalizar el tratamiento de acuerdo con las necesidades y expectativas de cada paciente, optimizando los resultados estéticos deseados.

Resumen

La ritidectomía, también conocida como lifting o estiramiento facial, es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo principal es reducir los signos visibles del envejecimiento.

Puntos clave a entender en este procedimiento.

  • No es invasivo.
  • Se utiliza anestesia local.

Preguntas Frecuentes

Si aun tienes dudas sobre este procedimiento puedes contactarnos y con gusto contestaremos tus dudas!

¿Quiénes son candidatos a una ritidectomía?

La ritidectomía es un procedimiento altamente individualizado, ya que sus características pueden variar entre pacientes. Un candidato idóneo para esta intervención es aquel que presenta signos evidentes de envejecimiento. La pérdida de elasticidad y estructura en la piel, especialmente en el rostro y el cuello, es un indicativo común de que el paciente podría beneficiarse de esta cirugía.

¿Cuál es el tiempo de recuperación?

El tiempo estimado de recuperación es de aproximadamente dos semanas. Aunque en pocos días se comenzará a sentir mejor, es importante tener en cuenta que el rostro presentará hinchazón y moretones. Se aconseja dedicar la primera semana al reposo, manteniendo la cabeza en posición recta para favorecer la circulación sanguínea.

No podrá aplicar maquillaje hasta que las heridas hayan sanado y los puntos de sutura sean retirados, lo cual ocurrirá entre ocho y diez días después de la intervención. Es esencial seguir estas indicaciones para asegurar una recuperación adecuada y evitar complicaciones.

¿Cuáles son los riesgos y posibles complicaciones?

Este tipo de intervención presenta un riesgo significativamente reducido. Las incisiones al ser pequeñas contribuyen a disminuir los riesgos asociados a la cirugía. Entre las posibles complicaciones, se podrían mencionar la aparición de hematomas, asimetrías, lesiones temporales de los nervios faciales y náuseas como reacción a la anestesia.

Para mitigar el riesgo de infecciones, se prescriben antibióticos, así como analgésicos para aliviar cualquier malestar postoperatorio. Es común que los pacientes experimenten una sensación de tirantez en la piel y entumecimiento en las áreas intervenidas durante los primeros días tras la cirugía.

Es fundamental seguir las indicaciones del cirujano y asistir a las consultas de seguimiento para garantizar una recuperación adecuada y abordar cualquier inquietud que pueda surgir.

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